Esclavos del tiempo

Nuestra relación con el tiempo es casi de esclavitud, dependemos de su paso. “nos damos cuenta que somos adultos cuando somos conscientes del tiempo” Dante Gebel. Esa frase que escuché en uno de sus mensajes me hizo reflexionar sobre el hecho que somos inversamente proporcionales al tiempo que transcurre en nuestras vidas. Y que aunque no sabemos el momento que hemos de morir, si estamos seguros que cada segundo que pasa va en nuestra contra, en realidad no cumplimos años, se nos van acabando los años cada vez que apagamos las velitas de nuestro pastel.

En administración hablamos que el tiempo es un recurso, como si pudiésemos controlarlo, así promovemos conceptos como la “administración del tiempo” “gestión del tiempo”, pero en realidad el tiempo no cumple con esa característica de ser controlable o medible, simplemente marca una pauta de medida y nos dice cuál es el límite, solo estamos perplejos de ver como en nuestra contra, sigue corriendo, andando o pasando, el hecho es que muchos le huimos, pero no hay salida.

Nos damos cuenta que el tiempo ha pasado cuando nuestros hijos han crecido. Cuando sus frases cambian y sus prioridades cada vez se convierten en responsabilidades. Atrás quedan los momentos de jugar en el suelo, ahora hay que levantarse y vivir una realidad creada por los adultos. Es necesario detenerse y pensar, reflexionar, re-inventarse y crecer, lo cual puede evitar salir de la esclavitud de eso que llamamos tiempo, si bien no podemos controlar que avance o se esfume, podemos aprender a disfrutar sin que veamos pasar nuestra vida entre tantas obligaciones y no siendo felices. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
¿Necesitas ayuda?